Horrible. Horrible, e incluso desesperante es no poder dar todo lo que quisieras dar. No poder dárselo a alguien que lo merece. Y todo por culpa de la distancia. Por ese espacio que te separa de gente que realmente vale la pena.
Y te preguntas, ¿por qué? ¿Por qué tienes que soportar a gente que no te cae bien o a quien no aprecias lo suficiente como para que te importe, y, sin embargo, no puedes siquiera dar un abrazo a alguien que tienes a kilómetros?
Aunque a veces piensas que es mejor no llegar a conocer en persona a ese alguien con quien no dejas de hablar, pensando que, tal vez si te conociera en persona no pensaría lo mismo, que si te viera no diría que vales la pena o cosas similares. Y a veces es simplemente miedo, miedo al qué podría pasar. Porque hay poca gente capaz de superar la distancia y llegar a conocer a esa persona, y por ese motivo, relaciones que podrían haber sido maravillosas si ambos hubieran estado más cerca, se pierden. Y más tarde regresan a tu recuerdo con un <<¿Y si hubiera ido a verle?>>, <<¿Qué habría pasado si le hubiera conocido?>> y cosas similares, que no cambiarán lo que ha pasado.
A pesar de esto, estoy orgullosa, si se puede decir así, de decir que pese a la distancia, ella sigue siendo mi mejor amiga, y seguirá siendo así. Porque cuando la veo, después de ocho o nueve meses, es como si no se hubiera ido nunca, y todo es perfecto a su lado. Ella es perfecta. Te quiero, C.
Así que, si alguien, por casualidad, lee esto y tiene alguna relación a distancia, déjame decirte que luches. Si crees que esa relación vale la pena.. Que esa persona merece que luches por ella, hazlo. No dejes que algo tan ridículo como la distancia, que lo único que hace es poner a prueba tus sentimientos hacia alguien, te aleje de una persona que realmente te importa.
S#