Querida S, amiga, hermana, madre, muhé, chur o lo que quiera que seas en mi vida,
Otro año más que pasamos siendo amigas. Otro más para la colección. Este, seamos sinceras, no ha sido nuestro mejor año. No hemos pasado mucho tiempo juntas y eso me entristece. Pero de todas maneras, los pocos días que he estado a tu lado me he sentido en casa, como siempre. Puede que pase el tiempo, que la gente entre y salga en mi vida, pero contigo las cosas son muy diferentes. Ya hemos pasado la etapa de estar separadas, nuestra relación ha sido a distancia casi siempre, y sin embargo, cada vez que te veo de repente vuelvo a tener doce años, y vuelvo a pasármelo igual de bien, y las cosas importantes ya no lo son tanto, y juego y río y lloro como una niña. Supongo que es lo bueno de esto, ¿no?. Nuestra amistad es dura y muy pocas cosas (me atrevo a decir ninguna) pueden roerla. Y doy gracias por ello. Es increíble cómo cada pequeño gesto que haces, una risa, un abrazo o unas palabras, me cala tan adentro.
Cada día veo como mi círculo de amigos se va cerrando más y más, cómo gente que creía conocer cambia radicalmente. Y siento que te falto, que hay veces que debería llamarte, que me pierdo cómo creces como persona y que no puedo evitarlo. No me quiero perder a una persona taan grande, cariñosa, inteligente y adorable como tú.
Nunca me faltes, por mucho que pase el tiempo, por muy lejos que estemos. No eres un personaje pasajero en mi vida, eres importante, eres real.
Gracias por todos los años de amistad, por hacer mis días un poco mejores y por tener siempre una sonrisa para mi. NUNCA ME DEJES DE SER IMPRESCINDIBLE.
Te quiero muchísimo.
C.
Take me into your loving arms.

God gave me you
God gave me you for the ups and downs, God gave me you for the days of doubt. For when I think I've lost my way, there are no words here left to say..
7 de enero de 2014
1 de enero de 2014
Adiós 2013. Hola 2014.
Otro año más. Otro año que parece eterno al principio y que cuando te das cuenta se ha esfumado como si nada. Se ha acabado sin haber hecho las mil cosas que te propones todos los años y que nunca cumples, pero siempre tienes intención de hacerlo algún día. Se acaba sin haber dicho todo lo que tenías en mente, y habiendo dicho muchas palabras de más de las que te arrepientes. Sin haberle demostrado a quienes ya no están lo que sentías por ellos. Sin haberle dedicado unas horas de más a los que ahora echas de menos.
Resulta demasiado triste que el último día de un año se pase sobretodo recordando las cosas más negativas de éste. Como si durante los 365 días no hubiésemos tenido ni un único momento feliz que pueda contrarrestar alguno de los malos, como si no hubiese habido ni una sola persona que destacase más que el resto.
Porque puede que no haya sido el mejor año de todos para la mayoría, que haya habido muchos momentos que prefiramos olvidar, muchas cosas que nos quedamos con ganas de hacer y decir... Pero también ha sido un año lleno de cosas buenas, repleto de sentimientos, de emociones, de momentos y gente irreemplazable.
La verdad es que si hace un año me hubiesen dicho que iba a estar como estoy actualmente y que iba a hacer todo lo que he hecho, les habría tachado a todos de locos.
No esperaba para nada conocer a muchísima gente sin la que estaría hundida ahora mismo. Si bien es verdad que los de siempre siguen ahí y estoy encantada con ello, no pensaba que estas nuevas personas fuesen a cambiar tanto mi vida y mi forma de pensar. Gente a la que no he visto en persona todavía, y que espero que en este 2014 haya una oportunidad para hacerlo, y gente a la que vi por primera vez a escasos dos días de terminar el año. Gente que, sin duda, no cambiaría por nada ahora mismo.
Así que gracias, tanto a los nuevos como a los permanentes por estar ahí. Por demostrarme con cada cosa que hacéis y decís lo impresionantes que sois y por hacerme ver que todo es posible si te paras a intentarlo. Gracias también a toda la gente que por un motivo u otro se ha ido durante este año, por haberme dejado, al menos, formar parte de su vida.
Gracias, en definitiva, por un 2013 digno de recordar.
Resulta demasiado triste que el último día de un año se pase sobretodo recordando las cosas más negativas de éste. Como si durante los 365 días no hubiésemos tenido ni un único momento feliz que pueda contrarrestar alguno de los malos, como si no hubiese habido ni una sola persona que destacase más que el resto.
Porque puede que no haya sido el mejor año de todos para la mayoría, que haya habido muchos momentos que prefiramos olvidar, muchas cosas que nos quedamos con ganas de hacer y decir... Pero también ha sido un año lleno de cosas buenas, repleto de sentimientos, de emociones, de momentos y gente irreemplazable.
La verdad es que si hace un año me hubiesen dicho que iba a estar como estoy actualmente y que iba a hacer todo lo que he hecho, les habría tachado a todos de locos.
No esperaba para nada conocer a muchísima gente sin la que estaría hundida ahora mismo. Si bien es verdad que los de siempre siguen ahí y estoy encantada con ello, no pensaba que estas nuevas personas fuesen a cambiar tanto mi vida y mi forma de pensar. Gente a la que no he visto en persona todavía, y que espero que en este 2014 haya una oportunidad para hacerlo, y gente a la que vi por primera vez a escasos dos días de terminar el año. Gente que, sin duda, no cambiaría por nada ahora mismo.
Así que gracias, tanto a los nuevos como a los permanentes por estar ahí. Por demostrarme con cada cosa que hacéis y decís lo impresionantes que sois y por hacerme ver que todo es posible si te paras a intentarlo. Gracias también a toda la gente que por un motivo u otro se ha ido durante este año, por haberme dejado, al menos, formar parte de su vida.
Gracias, en definitiva, por un 2013 digno de recordar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)