Bajar la vista agotada, desear derramar lágrimas que se niegan a salir, y pensar.. Pensar en un preciso momento en el que él parecía desearte con todas sus fuerzas, en el que vuestros brazos se enredaban en un arrebato de pasión y tú sonreías engañada...
Quizá tu cara se cubrió en ese momento con una máscara, él no aprendió tus gestos, y su corazón te confundió con otra, y sus labios bebieron de otra piel, que tú pensaste que era la tuya...

Dos voces ahora en tu interior, dos voces que gritan por ser oídas... Una te atormenta el alma, te hace ver entre tinieblas, te repite que tus ojos a través de la máscara no consiguieron desvelar tu verdadera identidad, que para él en ese momento nunca fuiste tú... Otra te enloquece con el recuerdo de sus labios y sus gestos enamorados, y tus uñas rasgan tu piel al sentir de nuevo su pasión...
Y ahora ya no puedes evitar las lágrimas, ya no puedes evitar vivir de nuevo en el mundo de las dudas, del amor y del odio, ya no puedes evitar vivir de nuevo en el mundo del dolor.
S#
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