Es como ahogarse. Como no poder encontrar la superficie. Como si el aire no me llegase a los pulmones. Con esos besos que me dabas, desde el cuello hasta los labios, con tus abrazos. Me hacías feliz solo con tumbarte a mi lado. No hay un solo día en el que no piense en ti. No hay un solo momento en el que se me olvide tu sabor, tu sonrisa, todo. Sin descanso. Tanto la mente como mi corazón me castigan por haberme enamorado. Por no haberme dado cuenta. Quiero, necesito saber que hice mal. Quiero encontrar la manera de que vuelvas, no me dejes aquí No después de haberme hecho sentir mejor que nunca. Nunca te lo perdonaré. Es como si a un cocainómano le hubieses quitado su coca. Los días de sol me recuerdan a ti, y a nuestras tardes sentados en un banco, con las manos cogidas y hablando de estupideces. Los días lluviosos me recuerdan nuestros besos bajo la lluvia. Esos que me dabas antes de llegar a casa, me cogías de la cintura y me apretabas contra ti. Tantos minutos, te quieros, te necesitos, tantos momentos inútiles. Solo sirven para recordarme que ya no estás aquí para hacerme feliz. Y trato de pasar página pero es que ya no hay más libro. Fin. Se acabó, sin vivieron felices y comieron perdices. No puedo respirar, me ahogo, no encuentro la calma, no sé ser yo sin ti.
C.
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