Esperar que todo salga bien, sin empezar si quiera a hacerlo.
-Saber que por muy pronto que te levantes, por muy rápido que te vistas, por muy pronto que desayunes, no vas a poder saltarte las clases.
-Llegar a clase y que lo primero que te digan es que han corregido los examenes y que tu nota está por debajo de lo que se esperaba de ti.
-Copiar caras y caras de apuntes sin descanso, mirando el reloj y viendo pasar unas horas preciosas pero desaprovechadas.
-Soñar con que escapas de aquí, de este lugar aburrido y siniestro, que puedes dormir cuanto quieras y descansar.
-Llegar a tu casa y tener una pelea con tus padres sobre tu desorden antes de haber comido.
-Mirar la comida con tristeza porque por mucho que te guste no es buena para ti, no sirve para tener la talla ideal.
Pasar la tarde estudiando para luego seguir trabajando en tu maldito y odioso cuerpo.
Día tras día es igual, cada pelea es peor, cada examen suspenso es una desilusión y un motivo para otra bronca.
¿Dónde están aquellos días en los que el colegio estaba en segundo plano y divertirse era lo esencial?
LIBERTAD!
Quiero poder acostarme a la hora que me de la gana sin tener que pensar que al día siguiente me voy a tener que levantar a las seis. Quiero hacer el vago todo el día sin tener que preocuparme por ir a clase, o estudiar o pelearme con nadie.
Quiero que mi vida sea MÍA.
Lo único que realmente me consuela es que los viernes, el llegar a casa pueda hablar contigo y contarte todo de golpe y decirte lo triste que estoy y oír que no me preocupe, que es una mala racha y que las chicas mayores no lloran. O saber que al llegar al rc, os voy a tener, sonriendo, pasándolo en grande sin preocupaciones, sin peleas, sin estudios, sin llantos sin sueño, sin tristeza; vamos, mi inyección de felicidad.
Gracias por soportarme en mis peores días y estar conmigo en los mejores.
Os quiero.
http://www.youtube.com/watch?v=E6sqA9QtV5I&ob=av3e
C.
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